¿Has notado que presentas sobre tus hombros una carga nada fácil de soltar? O ¿comienzas a sentirte cansado y molesto con más frecuencia? La gran mayoría de las acciones humanas están llenas de algún sentimiento o emoción. Así que debemos aprender a lidiar con aquello que llevamos dentro, de alguna u otra manera. Muchas veces tenemos la creencia de que guardar las emociones es mejor porque “no hacemos más grande el problema”, o “mejor me quedo callado para evitar problemas con el otro”.
Un error común es creer que debemos intentar que dejen de existir o, dicho de otra forma: “debemos reprimirlos”. Sin embargo, lo ideal es gestionarlos de manera correcta, entender cómo escucharlos, aprender de ellos. Ello nos permitirá generar un crecimiento personal y seguir adelante. Implica tener un trabajo amplio con asertividad, para exteriorizarlos, según el contexto, y nos ayudará a crear relaciones más saludables.
Reprimir nuestras emociones no solo repercute en nuestras relaciones, también representa un daño en nuestra salud física, como problemas estomacales, dolores de cabeza y sensación de mucho peso sobre nuestros hombros. En varias ocasiones puede asociarse con una mala gestión de la tensión emocional que sostenemos a lo largo del tiempo.
Cada persona, momento y situación a la que estamos expuestos puede presentarnos una buena oportunidad para trabajar sobre nuestra inteligencia emocional, empatía y asertividad.
Trabajar en ello no solo representaría mejores relaciones, sino también un alivio físico y mental. Si a usted le gustaría aprender a trabajar en sus emociones, comuníquese a nuestra línea de atención psicológica gratuita: 800 911 32 32, disponible las 24 horas. Será un gusto ayudarle.