Vas por la calle y de repente alguien intenta asaltarte. Lo logre o no, tu pulso se acelera, te falta el aire, tiemblas, etc. Es muy común por la situación de inseguridad que acabas de vivir. Sin embargo, estos mismos síntomas se presentan en una crisis de pánico, que es cuando experimentas un ataque de temor y ansiedad muy intenso, aunado a otros síntomas como hiperventilación, ritmo cardiaco acelerado, sudoración, sensación de mareo o desmayo, escalofríos, e incluso temor a morir. Estas crisis pueden generarse de un momento a otro y a veces, sin causa aparente.
El miedo y la ansiedad son emociones naturales que se presentan en momentos que consideramos amenazantes y/o estresantes, pero cuando se salen de nuestro control, se convierten en un problema. No siempre existe una razón evidente, pero es común que se den por eventos traumáticos, cambios importantes en la vida, consumo de drogas, entre otros. Simplemente al cuerpo responde ante una serie de situaciones y como las personas no pueden encontrar otra explicación más que la de ser algo grave que podría llevar a la muerte; esto se agrava cuando se empiezan a perseguir monitoreándose constantemente.
Si sufres de crisis de pánico. Se requieren al menos cuatro de estos síntomas juntos para hacer un diagnóstico:
Hay personas que sólo experimentan estas crisis algunas veces en su vida, quizá por un momento de estrés extremo. Por otro lado, hay quienes las padecen de manera constante, y pueden ir aumentando de intensidad y duración. En estos casos es cuando se requiere ayuda profesional, ya que esta condición puede cambiar y limitar radicalmente la vida de quien la padece.
Si tú o algún conocido ha tenido estas crisis de pánico, no dejes que avancen. Mereces una vida mejor y sin miedo. Así que no lo dudes y pide apoyo psicológico. En CNDEE contamos con profesionales que pueden ayudarte. Llama al 800 911 32 32, o escríbenos a centrodiagnostico@simisae.com.mx