El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), considera la violencia hacia niños como abuso físico o mental, negligencia o descuido, explotación o abuso sexual, cuando se encuentren bajo el cuidado de padres, tutores o cualquier persona que les tenga a su cargo; implica también desatender necesidades afectivas, de salud mental, médicas y educativas. Específicamente, la violencia psicológica puede llegar a minimizarse y verse como algo natural, debido a esto se presentan conductas como asustar, amenazar, hacerles creer que no son queridos, que no valen, que solo sirven para satisfacer a los otros, ridiculizarlos, insultarlos o discriminarlos.
Este tipo de violencia genera cambios a nivel físico, como retraso en el desarrollo, alteraciones de sueño, de alimentación, impacto en sus habilidades motoras; en un nivel emocional, pueden experimentar ira, trastornos como depresión o ansiedad, trastorno de estrés postraumático, disminución de su autoestima; a nivel cognitivo, pueden existir problemas con el lenguaje. Derivado de esta situación, se puede presentar deserción escolar o conductas de riesgo, como consumo de sustancias o iniciación temprana de la actividad sexual.
La violencia tiene afectaciones en la interpretación que niños tendrán de su vida y las expectativas respecto a una felicidad futura.
La violencia psicológica puede estar presente en los ámbitos familiar, educativo, comunitario, institucional, inclusive ha traspasado hasta los espacios digitales, a través del uso de dispositivos móviles y redes sociales.
El trato que proviene de los padres hacia sus hijos tendría que centrarse en fomentar los recursos y fortalezas orientados hacia la resiliencia y no colocarles como intermediarios ante los conflictos de los adultos. Es importante tener en cuenta que en cada etapa de la vida los niños presentan características y capacidades diferentes, el diálogo de manera honesta y congruente genera empatía, además de desarrollar la identificación de sus emociones.
Para orientación psicológica gratuita respecto a la violencia, puede comunicarse al Centro SIMI de Salud Emocional (SIMISAE) al 800-911-3232, atención las 24 horas.