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¿Alguna vez le han cortado mal el cabello? Es una frustración e implica aguantar por un tiempo una nueva condición que no se tenía planeada, se busca la manera de adaptarse o de “arreglarlo”.

Es sentir, de momento, que hay un desastre, algo que se quisiera no hubiese pasado. Bien, esa sensación de que la vida está pies para arriba ante algo simple, también se presenta al recibir un diagnóstico de una enfermedad crónica.

No es algo deseado ni esperado, pero ahí está la diferencia con el ejemplo: el cabello vuelve a crecer; la enfermedad es crónica, permanente.

De ahí que la búsqueda de adaptarse no sea temporal; es decir, que en un periodo corto se cambie el antiguo estilo de vida. En el caso específico de la diabetes, por suerte, se han tenido avances farmacológicos y también en cuidados preventivos.

Cambiar y fijar horarios de medicinas, comida, ejercicio, en fin, es fijarse en todos los detalles menores, desde situaciones que parecieran no ser relevantes: tomar agua potable en lugar de una botella de refresco, y ejercer mayor precaución en situaciones que antes no se consideraban, como una herida o la evaluación a la vista, que llegan a ser importantes.

Como familiar, tampoco es sencillo, sin embargo, no imposible. Es comenzar una disciplina e intentarla con solidaridad, más que considerarla una obligación. Ante ello, solidaridad y cariño serán las muestras de apoyo familiar.

El coronavirus ha representado una desgracia para muchos; no obstante, nos hizo ver que también podían suceder cambios de comunicación, de prevención, de convivencia y de empatía, más que de egoísmo.

Por esa razón, es importante considerar que podemos vivir con adaptaciones, y no con miedos; todos los días tenemos la oportunidad de mostrar nuestra humanidad y no solo su fragilidad.

Si tiene dudas al respecto, llame al CNDEE, la ayuda psicológica es gratuita: 800 911 32 32, o bien, escriba a centrodiagnostico@simisae.com.mx / Salud