Cuando inicias una relación de pareja vives con mucha ilusión, amor, felicidad y gozo. Todo el tiempo están juntos, comparten experiencias gratas, momentos felices, muchos recuerdos, proyectos, etc. Bien dicen, todo es miel sobre hojuelas. Sin embargo, no todas las relaciones de pareja duran para siempre, como que sueña y se espera.
Existen diferentes causas por las que hay una separación de pareja. Puede ser desde poca afinidad, pérdida de interés de alguno de los miembros de la relación, problemas de comunicación. También la indiferencia, dificultades económicas, falta de confianza y de compromiso, así como sueños, caminos y valores diferentes. Otras razones para terminar una relación son las expectativas no cumplidas, infidelidades y engaños, rutina y monotonía, entre otras. Cualquiera que sea el motivo, siempre resulta doloroso, y más si una persona no decidió terminar con todo.
La separación de pareja trae consigo un vacío por la ausencia del ser amado. Llegan cambios difíciles de aceptar, en especial, si la relación duró mucho tiempo. Cuesta reconocer que ya no hay amor o existen otras prioridades. Los proyectos y sueños se interrumpen, el apoyo emocional y económico no será el mismo. Comienza una nueva vida.
Lo importante es entender que se vivirá un duelo, como en cualquier otra pérdida. Entonces el tiempo y la paciencia son indispensables para salir adelante. Habrá buenos y malos momentos; a veces la depresión será la protagonista, en otras, la ira y la negación te invadirán. Sin embargo, cada día que pasa, te ayudará a superar esa separación de pareja. Es sano que te des la oportunidad de estar triste, cuando no aguantes, así podrás desahogarte. Pero no debe durar siempre. A partir de ahora, tu prioridad eres tú. Date el valor que mereces.
Si bien, la adaptación a este nuevo comienzo se dará con el tiempo, puedes seguir algunas estrategias que te ayudarán a salir adelante:
Una separación de pareja es difícil y dolorosa, y toma tiempo superarla. Pero te aseguramos que, poco a poco, te sentirás mejor, sin ese vacío que tienes ahora. Ve este rompimiento como una oportunidad para ti, para cuidarte más, para valorarte, para conocerte mejor y para ser tu prioridad. Aprende a ser feliz con lo que tienes. Y, cuando estés list@, abre tu corazón a nueva persona, sin miedo.
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